El karma

 Esas "huellas" o "semillas" de las que tanto se habla se corresponden con un fenómeno: el Karma (o la relación causa-efecto).

Lejos de ser un incetivo irreal para mantenerse en la bondad, esta ley es práctica y certera, tanto para los que creen en ella como para los que no. 


"Karma" significa acción. Se refiere a aquellas acciones  físicas, verbales o mentales intencionadas. Todas estas dejan una marca, una huella en nuestra corriente mental. Siendo fácil de comprender: cuando son beneficiosas se consideran positivas, virtuosas... Y por otra parte, si es a largo plazo negativa, provoca dolor y sufrimiento, se le etiqueta como negativa, destructiva...

Dicho esto, y por supuesto, cabe recalcar que las acciones no son intrínsecamente buenas o malas, sino que se clasifican con arreglo a los resultados que producen.

Se trata de un ejercicio de auto-conciencia y auto-responsabilidad, nada que se parezca a un sistema de recompensas y castigos. Tan sencillo que como si se planta un manzano, nacen manzanas; no pimientos. Por ejemplo, cuando actuamos de forma constructiva la consecuencia será la felicidad. Si al revés fuera, obtendríamos problemas. Parece simple.

Es decir... Ninguna divinidad  dirige el universo repartiendo castigos y recompensas. Nosotros mismos creamos las causas con nuestras acciones y luego experimentamos las consecuencias. Somos responsables de nuestra propia existencia.

Nos podemos valer en este caso, para comprender el significado de Karma, de una antigua historia popular cherokee. Ésta narra como dentro de nosotros encontramos dos lobos: uno negro, que simboliza el mal, la deshonestidad, avaricia... ¡el ego! y otro lobo blanco. Representa la bondad, alegría, altruísmo...

Según continúa la historia, encontramos dos finales, pero ambos compatibles. Por una parte se defiende que ganará al que se alimente, y en la mano de cada uno está. Mas por otra, hemos de tener en cuenta que es una cuestión de equilibrios, así como en el Yin-Yang se nos indica, o en el Sendero Medio que Buda propuso.

Cuando alimentamos solo uno de los lobos, véase el blanco, el otro estará esperando acechante en cada esquina, para saltar en momentos de debilidad o duda.

"No matemos por tanto de hambre a nuestros miedos, siempre será mejor reconocerlos, entenderlos y transformarlos. No matemos de hambre tampoco a nuestra rabia, nuestro despecho o nuestra tristeza. Acerquémonos a estas realidades internas sin arrinconarlas para desmenuzarlas y saber qué quieren decirnos. Pueden darnos valiosas lecciones para ser un poco mejores cada día".

Entonces, ¿cómo purificar nuestro karma? ¿cómo descontaminar nuestras acciones? El budismo propone el siguiente entrenamiento para dejar atrás las obstrucciones y alimentar las "semillas de las hermosas posibilidades que tenemos":

1) Arrepentimiento
2) Decisión clara de no volver a realizar la acción
3) Refugiarse y generar una actitud altruista hacia los demás
4) Una acción que ponga en remedio la práctica

Es decir, primeramente debemos reconocer nuestro error de conducta, si así lo consideramos. Eso sí, este lamento por haberlo cometido nada tiene que ver con la culpa, la cual no sirve para nada y está íntimamente relacionada con el ego.

El segundo paso consiste en cerciorarse de lo anterior, de que no se volverá a actuar de esa manera. Por ejemplo, si se trata de actuar impulsivamente y es algo común en nosotros, obviamente no se podrá solucionar de la noche a la mañana; pero sí debemos tener en mente esta decisión de auto-corrección.

Tras eso, debemos refugiarnos en nosotros mismos para "recordarnos"  el amor que tratamos de engendrar hacia todos los seres de manera altruista, y de seguido debemos actuar en consecuencia. Los budistas, por ejemplo, proponen prestar más atención a las enseñanzas, hacer ofrendas, recitar mantras, imprimir textos budistas, prestar servicios a la comunidad...

Pero, sin duda, la acción considerada más reparadora consiste en meditar sobre la vacuidad, de esta manera "las semillas" no fructificarán.

En definitiva, 
El karma es como la gravedad: es tan fundamental que a menudo nos olvidamos de él - Sakyong Mipham


Comentarios

  1. El número de caracteres sobrepasa lo deseado por la gente. P.D. no me lo leí pero muy guapo

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